Hoy otro de mis amigos, invitado a compartir su publicación, se trata de BrunoBrutanza, quien nos trae este tema:
Dime que discos tienes y te diré quién eres…
La música son tonos armónicos de ondas vibratorias propagadas en el aire en forma de sonido; esto lo percibe nuestro oido y lo procesa el cerebro. La música por su condición mutable es espontánea e irrepetible. Así fue desde los inicios de la humanidad <creo que nos hemos extinguido más de una vez>, afortunadamente, en estos tiempos actuales tenemos la facilidad de materializar lo intangible. He allí la importancia del ÁLBUM, que es la obra musical sónica de algún artista, encapsulada en un medio fonográfico.
Para esto se resolvió el siglo pasado formatos de captura en forma de disco para que los podamos adquirir, acaparar, coleccionar, oirlos una y otra vez, y también desecharlos. Las ventajas del disco garantizan el poder masificarlo y dispersarlo por todo el planeta y así con suerte hacerlos perdurar en los estantes de coleccionistas melómanos. Cuando la calidad de la música es optima, estos discos se inmortalizan, convirtiéndose en piezas de colección y referencia para los oyentes, sea el género musical que sea. A esto le llamamos un Classic Album.
Cuando un álbum se convierte en un clásico y madura, nuestra responsabilidad es de tratarlo con respeto, porque ser un referente de que el talento de la humanidad está evolucionando. La música es importante en nuestras vidas y cada oyente le da la relevancia necesaria.
Si gustamos de la música, lo más coherente es que la coleccionemos, para oirla cuando se nos antoje y disfrutarla a tiempo completo, no es necesario acaparar montones de discos; con los que nos gusta basta, así sean 10 títulos.
Una colección de discos respetable es la que se convierta en el reflejo de lo que somos y nos defina.
En fin, es en el disco en donde está atrapado el espíritu de la música ejecutada por los artistas y para captar el mensaje de los músicos, las claves las encontraremos allí, dentro del disco, en las canciones, las letras, el arte del diseño gráfico, la ilustración, la fotografía, el proceso de grabación, los créditos del personal detrás de la materialización del álbum, todo.
Ahora la nobleza del formato de un disco de música no garantiza la calidad de ella, sea CD, cassette, vinyl, análogo o en digital.
Es en este punto en donde reniego de la digitalización de la música. El mp3 sólo ha aportado en la destrucción de las bandas musicales, que al fín y al cabo son las que importan, por ser los generadores primarios de la música. Está bien que el arte se expanda para todos, pero la piratería de música digital pulveriza la esencia del disco, se sacrifica mucho, perdiendolo todo, desde la imagen hasta la fidelidad del sonido. El artista muere cuando nace el pirata. De que le sirve a un artista grabar para que su obra se diluya en los oidos profanos de un oyente sin cultura, que nunca ha comprado un disco.
El facilitismo del link no oficial en internet es la mutación interactiva del mp3, cada vez veo horrorizado la costumbre del oyente en aceptar y compartir videos de baja calidad rippeados a resoluciones degeneradas, como si fueran fuentes primarias y presumir de que »la música es su vida» y webadas como esas. Eso no es oir, eso es alimentar tu cerebro de distorsión en baja resolución, sin fidelidad, una mala imitación virtual, la peor.
Bueno, tampoco es garantía del que más discos tenga o los haya oido, sea el que más sabe de música. La ecuación de: Dime que discos tienes y te diré quién eres… es muy difícil de aplicar y comprobar. Tengo amigos músicos que son hyper talentosos y su conocimiento musical es casi nulo, pero al ejecutar algún instrumento musical lo hacen al nivel de los grandes, incluso lo superan. También conozco de personas que atesoran miles de discos, miles, y no saben diferenciar entre un DO, RE, MI.
Pero eso sí:
La pureza de la música, solo la encontraras en un disco.
Si llegas a tener la oportunidad de ver a una banda en vivo, eres mil veces afortunado.
Ahora hacer spam de la muerte de una leyenda sin haber oido un puto disco de ella es de idiotas, eso ya es una enfermedad mental degenerativa e irracional…
Eso ya es otro cuento.
Foto de portada, del autor